¿En qué estancia pasamos más horas al día en casa? Dependerá de cada uno, es verdad. De si trabajamos muchas horas fuera, si somos más dormilones, si nos gusta el sofá y ver series de Netflix, por ejemplo, o ¡si nos gusta cocinar!

Pues bien, este post está enfocado precisamente a aquellos a los que os encante cocinar, crear vuestros platos, o simplemente seguir el libro de recetas de mamá. La comida, la cena, la merienda… cualquier excusa es buena para pasar un ratito entre fogones o tomar una taza de té. Por cierto, ¿por qué será que a veces sabe mejor esa tacita de té o café en la mesa de la cocina que la del salón? 😉

Y hablando de cocinas, ¿qué tal un cambio de look? Dar un nuevo aire, un pequeño cambio que renueve ilusiones o que aporte practicidad, por ejemplo. A veces no es necesario hacer grandes reformas para conseguirlo, de hecho, en este mismo post os mostramos algunas ideas que seguro van a serviros de gran ayuda para tener una cocina renovada, para aportar más luz, limpieza o simplemente darle un toque diferente.  Tan solo tendremos que seleccionar bien los elementos a cambiar, elegir un fin de semana, y ¡ponernos manos a la obra!

 

Cambiando el suelo de la cocina

El suelo, ¡el gran dilema! Qué importante es tener un suelo que sea de fácil limpieza y se vea siempre limpio, que aporte exactamente lo que necesita nuestra cocina, ya sea amplitud, luz, originalidad…

Pues bien, para dar un cambio de 360 grados de manera sencilla y rápida, ¿qué os parecen los suelos vinílicos? Un material fácil de lavar, hipoalergénico, antideslizante y con un montaje sencillo. Por supuesto, es resistente al uso y podréis utilizarlo en superficies diferentes como el parquet, la cerámica, azulejos, baldosas o incluso en mesas o muebles. Además, el resultado es espectacular y si en unos años nos cansamos, podremos quitarlo fácilmente y poner otro nuevo.

La elección del suelo vinílico dependerá de nuestro objetivo. Por ejemplo, Colores claros para aportar luminosidad y amplitud, diseños con efecto baldosas para cocinas con estilo, o clásicos como imitaciones a la madera o al terrazo.

En el caso de preferir dar un toque al suelo de la cocina, pero, sin tener que hacer ningún esfuerzo, podéis decantaros por una alfombra vinílica. En este caso damos un toque diferente a la cocina, pero sin cambiar su esencia.

Hablamos de añadir una alfombra que os puede aportar practicidad, ya que podéis situarla en la zona de mayor uso de la cocina y proteger así la parte que puede tender más a ensuciarse. Su material es impermeable, aislante, ultrarresistente y sobre todo, y muy importante, ¡muy fácil de lavar! 😉

 

¿Vinilos de pared o láminas decorativas?

¿Y si decoramos las paredes? En este caso tenemos también dos opciones con resultados totalmente diferentes.

Por un lado, tenéis la opción de poner un vinilo de pared con frases inspiradoras o que tengan que ver con vuestros pensamientos, vuestra filosofía de vida o con la cocina simplemente. También podéis poner una imagen que os guste o que cuadre con la línea de decoración de vuestra cocina o incluso podéis pensar en algo más original que os defina y hacernos una propuesta para que ¡personalicemos vuestro vinilo!

También podemos decantarnos por un vinilo de pared con un diseño que imite los azulejos, algo que está muy en tendencia y que puede darle mucha vida a vuestra cocina. ¡Parecerá que hayáis hecho obras en casa!

Tenéis disponibles muchísimos modelos con azulejos de diferentes tamaños y colores, una manera fácil y rápida de dar un vuelco a vuestro espacio preferido.

Por otro lado, si sois más de decorar con cuadros que os inspiren o que simplemente os gusten, podréis elegir una o varias láminas decorativas para crear la composición perfecta para vuestra cocina. Además, tenéis muchas formas de poner los cuadros en la pared sin necesidad de utilizar un taladro para agujerearla. ¡Consulta nuestros consejos para seleccionar la mejor opción!

Os recomendamos seguir la línea decorativa de la cocina a la hora de elegir el marco que acompañará la lámina. Veréis que cambia muchísimo, dependiendo de si vuestra elección es un marco de madera, de color oro, plateado o incluso negro o blanco.

 

Mantel individual, ¡nuestro mejor aliado!

Por último, es muy importante seguir una misma línea decorativa para no acabar con la cocina que parezca un popurrí de colores y formas. Y en esa misma línea, podremos también elegir complementos como manteles individuales. Son elementos a los que no damos mucha importancia pero que dan mucho juego a la hora de combinar sus diseños con nuestra cocina. Y si contamos con una mesa, ¡aún mejor!

Diseños naturales, con colores más estridentes, con estampados basados en azulejos, o en terrazo… ¡Un sinfín de posibilidades!

 

¡Ya sabéis! No hay escusa para decir que no podéis cambiar vuestra cocina con estos ejemplos sencillos y mucho más económicos que ponernos a hacer obras en casa, ¿no creéis? 😉

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